PRESOS DE ETA

La red de presos de ETA señala a los comercios que no colaboran económicamente con la causa

Presos ETA
Las pegatinas de los presos de ETA.
Pelayo Barro

La red de apoyo a los presos de ETA tiene abiertos multitud de canales de financiación. Además de las subvenciones públicas que reciben de ayuntamientos vascos, el colectivo recibe ingresos a través de donaciones, aportaciones de socios, venta de lotería o artículos con sus logotipos. Pero una de las vías más rentables de financiación proviene de los establecimientos amigos, aquellos bares y restaurantes de Bilbao o San Sebastián que pagan una cuota

Los «prisioneros del Estado español», como les gusta llamar en estos colectivos a los presos de ETA, se han apuntado una victoria en 2022 gracias a la política de acercamientos puesta en marcha por el Gobierno de Pedro Sánchez en esta legislatura. Con el 94% de los presos -151 en total- cumpliendo condena ya en cárceles vascas, la red de presos movilizó el pasado sábado 7 de enero alrededor de 20.000 personas en Bilbao para celebrar los acercamientos y reivindicar su nueva consigna: los presos «a la calle».

Y es precisamente ese nuevo lema el que ha inspirado un nuevo logotipo, con dos flechas negras enfrentadas, que ya han adoptado como bandera. Y como pegatina, ya que es el logo que lucen ahora cerca de dos centenares de establecimientos hosteleros de Bilbao -sobre todo del Casco Viejo- que colaboran, a razón de unos 20-30 euros, con la causa.

A cambio, los bares y restaurantes reciben esa pegatina para colocarla en la puerta del establecimiento, enviando así el mensaje de que el local colabora con la reivindicación de poner en libertad a los presos de ETA. De esa forma, sirve de reclamo a los potenciales clientes simpatizantes de la causa.

Sin embargo, el problema del sistema está en los bares que no acceden a pagar esa cuota. Según ha podido saber OKDIARIO de boca de uno de esos establecimientos, rodeado de otros que sí lucen la pegatina, ha llegado a escuchar comentarios en su barra referentes a la ausencia del logo en la puerta. Una situación muy incómoda para estos hosteleros, que por razones obvias no quieren que se revele el nombre del local. No es el único, dicen. Otros hosteleros de la zona están en la misma situación, y saben por el testimonio de empresarios que sí pagan la cuota que lo hacen «principalmente por obligación, por evitarte un problema».

Este tipo de campañas, que realizan plataformas como Etxerat y otros grupos vinculados a estos colectivos, se realizan mediante el envío de cartas a los hosteleros «proponiendo» una colaboración con la causa.

En esos escritos, donde no hay amenaza de ningún tipo, hay, sin embargo, reminiscencias de tiempos pasados. Pese a que las consecuencias de no colaborar no son las mismas que las de aquellas cartas que enviaba ETA reclamando la colaboración de hosteleros si no querían que sus locales fuesen objetivos terroristas, lo cierto es que a muchos de los empresarios les viene eso mismo a la cabeza cuando reciben estas misivas.

Camisetas infantiles

La plataforma Sare también mantienen en funcionamiento una tienda de productos serigrafiados con los símbolos del acercamiento, como las flechas de la bandera de Etxerat que exigen el traslado de los presos etarras al País Vasco desde otros puntos de España y de Francia. Destaca una «camiseta infantil» por 9,95 euros.

En el menú desplegable de tallas figuran productos para menores de 4, 6, 8, 10 y 12 años de edad. La plataforma, que pide a sus simpatizantes donaciones y cobra entradas a los eventos que realiza, como el festival pro acercamientos del pasado 8 de octubre, también vende artículos y ropa destinada a adultos. Tanto para hombres como para mujeres.

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